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El supervisor de técnicos de epidemiología del Centro Latinoamericano de Enfermedades Transmisible (CLET) en Centro Medico, Luis González, aseguró que está en alerta por la alta incidencia reportada de personas con el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) en hombres homosexuales que se presentan en esta clínica.
“CLET es la clínica con mayor porcentaje de pacientes con VIH. Al parecer son cada vez más las personas homosexuales con VIH en el área metropolitana del País. El 90 por ciento de los hombres que llegan son personas contagiadas”, según González. “Y comienza ese incrementó en el resto de la Isla”, sostuvo. El galeno contó a Nación Social que en los otros centros de prevención y tratamientos de enfermedades transmisibles va en aumento el número de personas que llegan a esas clínicas para recibir tratamiento.
Los homosexuales más a riesgos son aquellos que son receptores y tienen sexo sin protección. “Hay una tendencia de hombres que se encuentran teniendo sexo sin condón”, mencionó González.
Dentro del 90 por ciento la mayoría son homosexuales. “Ellos componen el 50 por ciento, y en cambio los heterosexuales, un 40 por ciento”, mencionó el supervisor.
Retos y alternativas para los pacientes
Uno de los retos que enfrentas las personas con VIH es el miedo o la estigma de la divulgación de su diagnóstico. “El único temor era en decírselo a mi familia”, Antonio Sánchez. “Lo primero que mi madre me dijo cuando decidí hablar de mi homosexualidad fue protégete”, añadió. Lo que creó un sentimiento de decepción hacia él. “Me sentí que la decepcione”, sostuvo. “A los pacientes se les hace complicado el tener que divulgar su estado de salud a otras personas por miedo al rechazo”, mencionó Grace Viñas, Psicóloga Clínica con especialización en Psicología en Salud.
Desde el #Censida buscamos promover la #prevención del #VIH y la eliminación del #estigma y la #discriminación. pic.twitter.com/Fo3EyG0EFI
— Censida (@censida) 13 de mayo de 2018
Otros de los retos es mantener adherencia al tratamiento”, mencionó Viñas. “En homosexuales hay doble estigma, uno por identidad sexual y el otro por divulgar el diagnóstico de VIH y las conductas de alto riesgo (no usar protección, relaciones con muchas personas, usar alcohol y/o drogas ilegales)”, sostuvo.
Como alternativas las personas con VIH tiene asistencia psicológica en sus clínicas y adicional, otros grupos donde pueden dialogar con otras personas que se encuentran en la misma situación. “Mi primer enfoque es que el paciente se sienta bien consigo mismo”, mencionó Viñas.
“Lo primero es hacer que el paciente reconozca que es una persona y no una enfermedad”, dijo. Es la etapa en la que el paciente entra en un posible estado de negación o aceptación de su condición de salud. “Es importante sacar al paciente del estado de negación y llevarlo a un estado de aceptación para comenzar un buen tratamiento”, mencionó la psicóloga.
Genial y muy ilustrativa infografía de @infoSIDA sobre la vida saludable y el #VIH pic.twitter.com/yDmG9ZVMQ2
— Información VIH sida (@InfoVIHCruzRoja) 14 de mayo de 2018
“Tener un espacio clínico que informe, aclare dudas y sea de su comodidad, con personal especializado que se sienta a gusto, terapia psicológica para ayudar con miedos, estigma, ánimo, conductas de riesgo y divulgación de diagnóstico, terapia psiquiátrica de ser necesarios y/o tratamiento para sustancias, grupos de apoyo y agencias especializadas (Programa Ryan White, Departamento de Salud) que tengan recursos e información”, añadió.
Por consiguiente, existen otras alternativas que una persona con VIH puede utilizar. La psicóloga mencionó que “hay grupos focales que atienden a estos pacientes, hay otros centros que son especializados con trabajadores sociales y psicólogos que llevan al paciente a sentirse preparado para enfrentar a la sociedad”. Otra alternativa sugerida por la psicóloga, buscar a una persona cercana con la cual el paciente pueda hablar relajadamente, se sienta cómodo, un familiar, amigo, profesional de la salud, etc.
Programa para personas ilegales en la Isla
En Puerto Rico como en otras partes del mundo hay personas indocumentadas que no pueden atender sus condiciones de salud por falta de dinero o por una reforma que cubra sus gastos médicos.
Los hombres homosexuales no son los únicos con VIH. También hay pacientes con VIH que son indocumentados que deben disfrutar de una mejor salud. “Las personas indocumentadas al no tener plan médico, existen fondos federales para sufragar los gastos, pero solo para los medicamentos del VIH”, dijo Myrna Agosto, trabajadora social en el área de Manejo de Caso en la clínica.
El Programa Ryan White Parte B, administra los fondos bajo la Parte B de la Ley Ryan White HIV/AIDS, dirigidos a asegurar el acceso a servicios clínicos y de apoyo, incluyendo medicamentos para la población médico-indigente y personas indocumentadas del país con VIH y el SIDA.
“A través de la asignación de recursos, se ofrecen servicios necesarios a la población infectada y afectada en las clínicas del Departamento de Salud, entidades privadas sin fines de lucro y otros proveedores alrededor de la Isla, conforme la particularidad de cada área geográfica”, dijo Agosto.
Dentro del Programa Ryan White Parte B está el Programa de Asistencia en Medicamentos para VIH/SIDA (ADAP, por sus siglas en inglés). “Este programa brinda ayuda económica a personas indocumentadas para que puedan sufragar los gastos por el VIH/SIDA”, mencionó.
División para la prevención
“La División de Prevención Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS)/VIH tiene como función principal ofrecer servicios clínicos y preventivos a la comunidad para prevenir la infección con VIH y otras ETS en Puerto Rico”, dijo González. “La meta de la división es proveer servicios de educación y prevención”, añadió.
“La labor no es fácil, a veces las personas dan información falsa”, dijo el supervisor. “El técnico de epidemiología mientras más rápido investiga un caso es más probable que se cierre”. “Una vez se le da tratamiento a la persona se cierra el caso”, mencionó González.
Ahora las labores se centran en mantener agilizadas las investigaciones de los diferentes casos con los que los técnicos tienen que lidiar. “No tan solo con casos de los pacientes, sino de los nuevos casos que se crean”, dijo González. “Esto es una cadena que mientras más rápido la cortemos, serán menos los contagiados”, mencionó el supervisor.
El primero de diciembre se conmemora el Día Mundial de la lucha en contra del SIDA.