This content has been archived. It may no longer be relevant
Cada 100 años, el mundo es paralizado por un virus. La Gripe Española tomo lugar en 1918 y su nombre proviene de la sospecha de que el primer brote ocurrió en España hasta expandirse al resto de los países. El virus contagio aproximadamente 500 millones y cobro la vida de 100 millones de personas a nivel mundial, un 6% de la población.
Después conocido como AH1N1, el virus de la Gripe Española tenia señales similares al actual COVID-19. Ambos viruses se consideran altamente contagiosos: se transmiten por saliva, por las manos y permanecen en la superficie por ciertos periodos de tiempo. Entre sus síntomas, ambos presentan una fiebre elevada, fatiga, dificultades para respirar, congestion nasal, entre otros. La mayoría de las muertes causadas con la gripe española se debieron a una complicación secundaria conocida como neumonía.
La gran ola de contagiados lleno los hospitales a capacidad maxima y el mayor reto de los profesionales de la salud era el mantener con vida a los contagiados. Organizaciones como la Cruz Roja se unieron a la lucha con la confección de mascarillas de gasa (tela) que protegía, a cierto nivel, las personas contra el virus. El uso de las mascarillas era obligatorio para los empleados de atención publica.
Mientras, el gobierno implemento medidas de aislamiento para minimizar el contagio con la gripe española. Se tomo la tarea de desinfectar los teatros, talleres, fabricas y locales públicos mientras interceptaba a las personas que entraban al país. Las sugerencias del gobierno a la población incluía el aislamiento de personas que presentaran los síntomas al virus, incluyendo los familiares y personas cercanas al contagiado.
La recomendación mas importante y que sigue siendo parte de nuestro diario vivir: una buena higiene. Los periódicos del país hacían énfasis al lavado de manos, describiendo el acto como la única manera certera de combatir el contagio del virus.
La historia nos enseña que las medidas de higiene personal y distanciamiento social fueron las principales herramientas para contener la Gripe Española. En la actualidad, el COVID-19 trae consigo el patron social conocido en el 1918. 102 años después, la comunidad tiene la responsabilidad de obedecer las medidas impuestas por el gobierno para minimizar el contagio y expulsar lo mas pronto posible el virus.