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Caminando por el pueblo de Trujillo Alto se escucha el cantar de los pájaros y el susurro de la flora que se mueve con el viento. También, se escucha el movimiento de varios manantiales, que sirven de hogar para una extensa fauna y que le dan a este pueblo su apodo, la “Ciudad de los Manantiales”. Trujillo Alto es un municipio localizado cerca del área metropolitana de Puerto Rico, que, aún con la modernización que ha padecido, preserva sus paisajes naturales y monumentos históricos que narran su historia.
Esta “ciudad en el campo”, como también es conocida, fue el municipio número 37 en ser fundado en la isla. Es un pueblo, mayormente, reservado y tranquilo, con, aproximadamente, 220 años de rica historia para contar.
Trujillo Alto comenzó a fundarse durante el siglo 17, cuando la Corona Española otorgó a Alonso Trujillo, un amplio hato que se extendía sobre ambas riberas del Río Grande de Loíza. Para el 1973, los habitantes de la región solicitaron al Señor Obispo y al gobernador de Puerto Rico el construir una capilla, con el fin de dar misa y que más personas se establecieran cerca de ella. Así, poblarían el área lo suficientemente necesario para fundar un pueblo.
Más adelante, en el 1801, luego de realizar todos los procesos necesarios y acudir al gobernador de Puerto Rico, los vecinos del lado derecho de la ribera del Río Grande de Loíza, se convirtieron en residentes del municipio “Santa Cruz de Trujillo”. Poco después, en el 1820, se le denominó al pueblo como “Trujillo Alto”, para diferenciarlo de “Trujillo Bajo”, que se estaba formando al otro lado del río.
Presencia Indígena
A través de los años, numerosos estudios se han realizado para confirmar la presencia indígena en el pueblo de Trujillo Alto. Varios historiadores y arqueólogos, como Irving Rouse y José Francisco Díaz Viera, fueron partícipes de estos descubrimientos en tierras trujillanas.
Las tierras trujillanas eran fértiles, con rica flora, fauna diversa, variedad alimenticia, cuevas, cavernas, entre muchos otros recursos. Sobre todo, estas tierras estaban llenas de ríos y manantiales y eran atravesadas por el Río Grande de Loíza, lo que significaba abundancia de un recurso valioso y vital.
La recopilación arqueológica en el pueblo de Trujillo Alto comprobó la existencia de alrededor de cinco bateyes o plazas ceremoniales, petroglífos en el Río Grande de Loíza, cemís en cuarzo y piedra, utensilios, adornos corporales, dujos de madera, amuletos y muchas otras más.
Sabrosa tradición navideña
El Festival del Macabeo se comenzó a celebrar en el 1938, en honor a la fritura autóctona de Trujillo Alto. Esta fritura es confeccionada a base de la masa de guineos verdes y rellena de carne. Las celebraciones, cada año, cuentan con música típica puertorriqueña, concursos, artesanías, kioskos, entre otras actividades.
Creada a princípios del siglo 20, por la esposa del alcalde de la época, el Macabeo es un sabroso pedazo de la historia trujillana.
Conoce un poco de la historia del Festival del Macabeo:
Lugares que cuentan la historia
Cada pueblo tiene lugares que han sobrevivido el pasar de los años y han sido preservados como parte del patrimonio cultural e histórico de la isla. En Trujillo Alto, actualmente, hay varios lugares que cuentan algunos pedazos de la larga historia de la Ciudad de los Manantiales.
[Best_Wordpress_Gallery id=”38″ gal_title=”Municipio de Trujllo Alto”]A continuación, un recorrido por el pueblo de Trujillo Alto. Cada parada resalta algunos de los lugares mas importantes del municipio, un poco de su historia y su localización.