Los anillos inteligentes ya son una realidad desde hace tiempo. Recientemente, Samsung reveló el Galaxy Ring, su primer anillo inteligente. Aunque otros dispositivos similares como Oura, Motiv y RingPay ya existen en el mercado, el Galaxy Ring finalmente llega tras ser anunciado a principios de año y presentado durante el Mobile World Congress.
Este innovador “gadget” incorpora tecnología avanzada para realizar diversas funciones, principalmente relacionadas con la monitorización de la salud y el ejercicio, así como características de conectividad. Sin embargo, no es el “Smart Ring” futurista que algunos podrían imaginar; estamos en las etapas iniciales de su desarrollo. Al igual que los “smartwatches”, los anillos inteligentes funcionan como complemento de un dispositivo principal, como el teléfono, actuando como un receptor de información basado en las aplicaciones instaladas.
El Galaxy Ring, al igual que varios de sus competidores, puede recibir alertas de llamadas, mensajes y aplicaciones, y en algunos casos, realizar pagos sin contacto. Además, puede usarse para desbloquear teléfonos, ordenadores y otros dispositivos compatibles, y como llave digital para puertas inteligentes o sistemas de seguridad.
En fin, el anillo inteligente se convierte en una “tercera pantalla sin pantalla” que realiza funciones básicas del smartwatch. La decisión de adquirir uno u otro, o ambos, dependerá de las preferencias del cliente, aunque algunas funciones pueden ser redundantes.
Minuto empresarial es una columna del autor que se publica todos los jueves en la sección de Negocios del periodico El Nuevo Día