Artesanía en cristal con estampa del Viejo San Juan

La artesanía puertorriqueña: “Artesanía de verdad”

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Un país necesita un patrimonio cultural que lo haga único y lo distinga en un mundo inmenso y lleno de diferentes culturas. Puerto Rico y su cultura resplandecen cuando se observa la corriente artesanal de la isla, donde miles de manos y mentes artísticas preservan la historia y cultura, a través de creaciones artesanales extraordinarias.

La actividad artesanal en Puerto Rico ha estado en crecimiento durante los últimos cinco años. Según El Vocero, para el 2017, había un total de 20 mil artesanos registrados en el Programa de Artesanías del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio. Ese mismo año, se registraron 597 artesanos nuevos en el programa. Dos años más tarde, en el 2019, se registraron 1,239 nuevos artesanos, lo que elevó el total de artesanos inscritos en la isla desde el 1977.  

“Cada vez el trabajo cultural es más rentable”, indicó la directora del Programa de Artes Populares e Industrias Creativas del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP), Jessabet Vivas, en el 2020. Vivas, indicó, además, que el 50 por ciento de los artesanos se dedicaban a la artesanía a tiempo completo, un cambio que comenzó después del paso del huracán María, cuando muchos puertorriqueños perdieron sus trabajos y tuvieron que dedicarse completamente a sus “hobbies” para sobrevivir.

La artesana de mosaicos Lola Caro explicó que se dedica a la artesanía a tiempo completo, a pesar de ser terapista físico. “Empezó como ‘hobby’, pero se convirtió en mi trabajo porque esto me capturó”, dijo con emoción. Sin embargo, la artista indicó que la pandemia del Covid-19 los afectó negativamente, pues no había ferias ni gente en las calles. No obstante, resaltó que, poco a poco, especialmente durante las Navidades pasadas, comenzaron a recuperarse.

Historia de la artesanía en Puerto Rico

El Programa de Artes Populares e Industrias Creativas fue creado por el ICP en el 1960, con el propósito de rescatar la artesanía, que estaba en peligro de extinción. La industrialización que atravesaba la isla en aquel momento, amenazaba con la desaparición de la artesanía puertorriqueña auténtica y el establecimiento de una producción masiva de artesanías, a veces, ni realizadas en Puerto Rico. Sin embargo, la creación de estos programas y la llegada de diferentes tecnologías lograron preservar la artesanía puertorriqueña y, con ella, el pasado cultural de la isla.

Sin duda alguna, a través de la artesanía se manifiesta la historia. Por esto, el artesano puertorriqueño tiene un compromiso con la preservación de la historia puertorriqueña

La preservación de la historia, a través de la artesanía, permite que un pueblo conozca sus orígenes y disfrute de su cultura. A través de estas, y otras creaciones artísticas se va creando una identidad nacional.

La resistencia ante una amenaza persistente

La producción masiva de artesanías sigue amenazando con la eliminación de la artesanía puertorriqueña auténtica. “Hay mucha gente que el presupuesto no le da para invertir en artesanía de verdad y, pues, compran ‘Taiwán’”, expresó Caro.

Por otro lado, Ceneida Gómez, creadora de la página ‘Adictos a Descubrir’, dijo que los puertorriqueños, hoy día, prefieren artesanías hechas a mano en la isla, en vez de productos realizados por decenas de máquinas.

Asimismo, la artesanía puertorriqueña, además de ser creada por manos puertorriqueñas, muchas de ellas incorporan el reciclaje y la utilización de materiales usados, lo que promueve la conservación del medio ambiente.

Xavier Calderón Palma, autor de la guía de estudio “Historia de la artesanía puertorriqueña”, recalcó que “las artesanías son llamados de alerta para que la gente tome conciencia de la importancia de la conservación y protección del ambiente”. Esto, aparte de ayudar al ambiente, demuestra la creatividad e inteligencia artística de los artesanos puertorriqueños. 

Artesanía constante

En el 2007, el centro comercial más grande de la isla, Plaza Las Américas, inauguró el Paseo Cultural Ricardo Alegría, en el tercer nivel de su atrio central. Allí, cerca de 30 artesanos exponen y venden sus creaciones, entre ellas, talla, grabados, cerámicas, mosaicos y otros.

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Caro explicó que el programa de artesanos del centro comercial es auspiciado por la familia Fonalledas, dueños del centro comercial, quienes “no nos cobran absolutamente nada por el espacio y, gracias a ellos, podemos estar aquí y vender”.

La artesana contó, también, que allí (en el Paseo Cultural) recibe todo tipo de público, pero recalcó que, en muchas ocasiones, especialmente durante la época navideña, recibe a muchos puertorriqueños que viven en la diáspora, que “vienen y buscan nuestras artesanías”, para llevarse un trozo de su patria a sus nuevos hogares.

A continuación, algunos de los lugares en la isla, que venden y exhiben artesanías puertorriqueñas auténticas constantemente.

Innovar para subsistir

La artesanía, a través de los años, ha tenido que evolucionar para mantenerse viva. Con la llegada de la era digital, la artesanía ha pasado a ofrecer servicios de promoción y venta mediante la Internet. Algunos artesanos se anuncian y hacen ventas a través de redes sociales como Instagram y Facebook o a través de diferentes páginas web. Una página web que se dedica a la venta de productos artesanales puertorriqueños es Mercado Boricua, cuya misión es “mantener e impulsar la economía local manteniendo la conexión cultural en el centro del comercio Boricua”.

Además, recientemente, se creó el Directorio Artesanal de Puerto Rico, que lista a gran cantidad de artesanos puertorriqueños y permite encontrar artesanos de diferentes tipos de creaciones. Sin embargo, aunque estas iniciativas han servido para sostener la artesanía a distancia en los últimos años, algunos artesanos entienden que todavía hace falta promover la artesanía, para que reciba más apoyo del pueblo puertorriqueño. Caro expresó que, “me gustaría que se promocionara más. Hay mucha artesanía aquí y es muy rica y variada. Hay muchas piezas que son, realmente, obras de arte”.

Author: Andrea Castillo