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El pasado 6 de abril se registró un apagón masivo en Puerto Rico por la salida de un interruptor en la Central Costa Sur en Guayanilla. Tras su fallo dejó a un millón y medio de abonados sin el servicio de energía eléctrica y a miles de pacientes con condiciones médicas sin sus equipos médicos para su supervivencia.
Los pacientes que dependen de equipos médicos para su supervivencia sienten temor a diario por las interrupciones del servicio que se han suscitado durante los pasados meses. Aunque la agencia encargada de transmisión y distribución del servicio eléctrico, LUMA Energy, solo ha emitido comunicados sobre la pobre estructura del servicio, el pueblo puertorriqueño pide respuestas y soluciones emergentes con la calidad del servicio.
Por otro lado, una de las grandes preocupaciones de los abonados es la continúa alza en el precio del servicio eléctrico mientras que la red energética sufre fallos de manera consecutiva.
