En el mundo del gaming, la elección del monitor es cada vez más importante. Más allá del procesador o la tarjeta gráfica, la pantalla influye directamente en la experiencia de juego. Samsung, uno de los principales fabricantes del sector, ofrece monitores curvos y planos diseñados para distintos perfiles de jugador, con tecnologías avanzadas que buscan optimizar tanto la inmersión como la precisión.
Los monitores curvos de Samsung, como el Odyssey OLED G9, están pensados para jugadores que priorizan la inmersión. Con pantalla ultrawide de 49 pulgadas y resolución Dual QHD, este modelo integra inteligencia artificial para mejorar el detalle visual y reduce la fatiga ocular gracias a su diseño envolvente. Está recomendado para juegos de mundo abierto, simuladores o para quienes también crean contenido y hacen streaming.
Por otro lado, Samsung también apuesta por monitores planos como el Odyssey 3D G90XF, que incorpora una experiencia tridimensional sin gafas gracias a una lente lenticular y seguimiento ocular. Este modelo de 27 pulgadas ofrece una alta frecuencia de actualización, compatibilidad con AMD FreeSync y NVIDIA G-SYNC, lo que lo convierte en una opción atractiva para jugadores que buscan precisión en títulos competitivos o multitarea en oficina y edición.
La decisión entre un monitor curvo o plano dependerá del estilo de juego, el espacio disponible y la experiencia deseada. Samsung plantea ambas opciones con tecnologías enfocadas en rendimiento visual, velocidad de respuesta y comodidad de uso, dejando en manos del usuario la elección que mejor se ajuste a sus hábitos frente a la pantalla.