Este mes de diciembre, la radio puertorriqueña cumplió 100 años, con la primera transmisión de WKAQ en 1922, emisora que continúa activa y goza de gran popularidad entre los consumidores de análisis de noticias. Un siglo de un medio de comunicación masiva, que a pesar de otras plataformas que han nacido y proliferado, sigue firme, no en términos de programación, pero firme.
La radio es un medio sencillo, barato y accesible. Sencillo y barato, para los escuchas, ya que solo necesitan un aparato de radio que podemos adquirir a muy bajo costo en varias tiendas.
Accesible, ya que la mayoría de las señales AM y FM, llegan a las comunidades donde la TV, los periódicos y la Internet llegan con dificultad.
En términos de programación, la radio se quedó en los años 90.
La radio ha sido esencial para nuestra cultura, política, divulgación de información y entretenimiento. Se creó toda una industria de comunicaciones y conglomerados junto con prensa escrita y canales televisivos. Generaciones de periodistas se inspiraron en la radio y dieron su vida por ella.
Al igual que pasó cuando llegó la televisión y posteriormente, la Internet, se comentaba que vendrían tiempos difíciles para la radio, pero nada que ver, por las razones que mencionamos anteriormente, la radio permanece. No obstante, en términos de programación, la radio se quedó en los años 90.
La programación de cada emisora, sea noticias, análisis, música secular, música cristiana, no ha avanzado hace 30 años. El uso de medios sociales para complementar programas, no es innovación, ya se hacía con el Fax, con cartas y correo electrónico. Tener disponible el audio por canales de cable TV, tampoco. Por esa línea, las transmisiones en vivo por ‘streaming’ de programas, solo añade el componente de interacción (‘Engagement’), con las audiencias, una manera de recoger preguntas, votar en sondeos y compartir comentarios a favor o en contra de los temas.
En la opinión de muchos, incluyendo la mía, ya no existe la innovación en la radio. Lo más agresivo es que varias tienen sus señales vía ‘streaming’ y sean parte de las opciones de aplicaciones como TuneIn, en sus sitios web, y que tengan sus aplicaciones propias. Varias emisoras AM ya cuentan con sus señales en FM, aunque no es innovación, sino factores técnicos gracias a la FCC. Los géneros musicales que quedan imperando son la salsa, el reguetón y otros tipos de música urbana y Top 40. También podemos encontrar baladas, música del ayer y música religiosa.
Innovar sería traer programación 24/7 con rock,con oldies, con música alternativa local y latinoamericana, música fuera de las tendencias a las que estamos acostumbrados, música en vivo, trova, nueva trova, música indígena, tener más espacios comunitarios, periodismo serio y no la superficialidad que tenemos hace años, menos integraciones comerciales, más espacio de ayuda, mayor espacios a favor de la mujer y de las comunidades LGBTTIQ, y de minorias.
¿Quién se atreverá a hacer el cambio?
La radio local tiene una gran oportunidad en años venideros. No desaparecerá, pero las audiencias que ya han buscado alternativas en plataformas musicales como Spotify, y Podcasts, irán en aumento, y sólo buscarán la radio cuando pasen los huracanes. Sobrevivirá siendo la sombra de lo que fue.
¿Pasará?