Dra. Julianne Miranda
Directora asociada de la Unidad de Control de Vectores
El verano en Puerto Rico siempre ha sido sinónimo de sol, playa y diversión. Sin embargo, este año estamos enfrentando un desafío adicional: la propagación del dengue. Las olas de calor intensas y la temporada de lluvias prolongada crean el ambiente perfecto para la proliferación de mosquitos, específicamente el Aedes aegypti, principal vector de enfermedades como el dengue, Zika y chikungunya. En un momento en que nuestro archipiélago está atravesando una epidemia de dengue, es crucial que tomemos medidas preventivas para proteger a nuestras comunidades ante estos fenómenos climáticos.
Según estudios recientes (Hales et al., 2002; Ndiaye et al., 2006; Poletti et al., 2011), la combinación de calor extremo y lluvias frecuentes acelera el ciclo de vida de los mosquitos. Este verano, hemos visto un aumento significativo en la cantidad de mosquitos, lo que ha llevado a un incremento en los casos de dengue nuestro archipiélago.
Reducir la población de mosquitos requiere un esfuerzo de todos y todas a nivel comunitario. Por eso, es fundamental que asumamos la responsabilidad de eliminar los criaderos de mosquitos en nuestros hogares, negocios y comunidades. Para lograrlo, podemos seguir algunos pasos clave, como los siguientes:
- Eliminar criaderos de mosquitos: Asegúrese de vaciar, cepillar, tapar o botar/reciclar cualquier recipiente que pueda acumular agua, como baldes, tiestos, neumáticos, desagües pluviales obstruidos, cubiertas de plástico, toldos, tapitas de botellas, lonas que recolectan agua de lluvia y bebederos de mascotas. Los mosquitos pueden reproducirse en pequeñas cantidades de agua acumulada, por lo que es vital no dejar agua acumulada alrededor de nuestras casas.
- Utilizar repelentes de mosquitos: Aplique repelente de insectos registrado en la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) en la piel expuesta y sobre la ropa. Esto es especialmente importante al amanecer y al atardecer, cuando los mosquitos son más activos.
- Proteger los hogares: Use screens en puertas y ventanas, y asegúrese de que no haya agujeros donde los mosquitos puedan entrar. Considere dormir bajo mosquiteros, especialmente si tiene niños pequeños o personas encamadas.
- Educación y comunidad: Organice y participe en campañas comunitarias para limpiar áreas públicas y educar a las comunidades sobre la importancia de la prevención del dengue. La colaboración comunitaria puede tener un gran impacto en la reducción de la población de mosquitos.
Además de estas acciones, es importante entender la relación entre el cambio climático y el aumento en la propagación de virus transmitidos por mosquitos. El calentamiento global está prolongando las temporadas de mosquitos y expandiendo su hábitat a nuevas áreas, lo que pone a más personas en riesgo. Estudios (Mordecai et al., 2017) han demostrado que las temperaturas más altas pueden acortar el período de incubación del virus del dengue dentro del mosquito, aumentando así la probabilidad de transmisión.
Como salubrista, he observado de primera mano el impacto devastador que estas enfermedades pueden tener en nuestras comunidades. La prevención es nuestra primera línea de defensa, y todos tenemos un papel que desempeñar en esta lucha. No solo debemos protegernos a nosotros mismos, sino también a los más vulnerables de nuestra sociedad: los niños, la población mayor y aquellos con sistemas inmunológicos comprometidos.
La combinación de olas de calor y lluvias no es solo un inconveniente climático, es una llamada de acción para reforzar nuestras prácticas de prevención. Con el esfuerzo conjunto de todos y todas, podemos reducir la propagación del dengue y proteger la salud de nuestra comunidad.
Mantengamos nuestras áreas libres de criaderos de mosquitos, usemos repelentes, mosquiteros, instalemos screens, y trabajemos juntos para asegurar un Puerto Rico más saludable y seguro. Los invito a visitar la página https://prvectorcontrol.org/ para conocer sobre el Kit de Herramientas Contra el Dengue.