El Día de las Brujas o ‘Halloween’ ya pasó, pero las historias de horror nunca terminan. Y una de las más comunes para el mundo de los manejadores de redes sociales y creadores de contenido digital, es cuando hay que trabajar con imágenes, en especial, imágenes de clientes, especial esas que se envían a través de un dispositivo móvil.
Existe una noción muy equivocada de que puedes pasar una foto o arte gráfico a través de aplicaciones de mensajería de texto como WhatsApp, sin que la calidad sea afectada.
Todo lo contrario. Cuando envías una imagen a través de esta aplicación, la imagen disminuye en calidad. Muy contrario a plataformas como Facebook y X, las cuales cuentan con servidores que guardan las imágenes, WhatsApp las guarda en el dispositivo, donde el otro usuario con quien se conversa, las descarga a su equipo. Aquí la imagen pierde calidad, ya que la misma pasa por un proceso de compresión que facilita que se pueda transferir fácilmente.
Aunque no pueda parecer importante, cuando vemos un arte a través de la aplicación, todo parece normal, pero al momento de publicar en plataformas sociales, el mismo se verá distorsionado, por la pérdida de calidad antes mencionada.
¿Qué podemos hacer? Una solución es utilizar soluciones como WeTransfer o SendAnywhere. Hablaremos de ellas la semana entrante.
Minuto empresarial es una columna del autor que se publica todos los jueves en la sección de Negocios del periodico El Nuevo Día
