La semana pasada, el presidente Joe Biden firmó una ley que obliga a ByteDance, la empresa matriz de la red social TikTok, a venderla a un propietario estadounidense en el plazo de un año o cerrarla. La supervivencia de esta ley frente a un posible desafío legal y la disposición de ByteDance para cumplirla permanecen inciertas.
Abundan las incógnitas en torno a esta amenaza: ¿Cuáles empresas estadounidenses mostrarán interés en adquirir la versión estadounidense de la empresa? ¿qué cambios tecnológicos se desencadenarán? ¿y qué ocurrirá con las cuentas y contenidos de los usuarios en Estados Unidos y, por extensión, en Puerto Rico?
Más allá de las teorías conspirativas que sugieren espionaje chino, la situación es principalmente un asunto entre potencias políticas y prácticas comerciales. Es probable que veamos a plataformas establecidas como Meta y Google ajustar sus estrategias para fomentar el uso de sus productos (Reels, Stories y Shorts), o bien, el surgimiento de productos que imiten a TikTok para atraer a los usuarios.
En el caso extremo de que TikTok sea bloqueado en las tiendas de aplicaciones, los creadores siempre encontrarán otras plataformas donde expresarse y desarrollar sus estrategias, algo que ha ocurrido en el pasado, como cuando cerró Vine.
Los próximos meses serán reveladores para el desarrollo de este tema. Tanto si eres creador de contenido, como si solo sigues cuentas para informarte o entretenerte, es recomendable mantener la calma y esperar que el proceso sea transparente para todos.
Minuto empresarial es una columna del autor que se publica todos los jueves en la sección de Negocios del periodico El Nuevo Día