En días recientes, Meta anunció cambios importantes en su política de almacenamiento de vídeos de transmisión directa (“Facebook Live”), donde, a partir del pasado mes de febrero, los mismos estarán disponibles en la plataforma por solo 30 días desde su transmisión. Cumplidos los 30 días, los videos se borrarán.
Esto pone de manifiesto nuevamente la importancia de los videos en directo como parte de una estrategia de redes sociales. Los “lives” ayudan a la marca a conectarse en tiempo real con la audiencia, fortaleciendo el vínculo con sus seguidores. En una transmisión, los usuarios pueden no solo hacer preguntas y comentar, sino recibir respuestas e información al momento, lo que crea sentido de comunidad y cercanía al negocio.
Existen muchas maneras de utilizar un “live” para una marca, pero creadores de contenido y estrategas digitales coinciden en que humanizar la marca y tener una conversación, es una de las principales estrategias. Lanzamientos de productos, demostraciones en vivo o responder preguntas sobre servicios de forma directa, realizar entrevistas o compartir un evento que se esté llevando a cabo, son contenidos que garantizan audiencia. De igual manera, anunciar desde unos días la transmisión, aumentará las posibilidades de tener más “views”.
Para los negocios que cuentan con su página de Facebook y cuentan con transmisiones, es el momento de descargarlas y almacenarlas, para evitar perderlas junto a sus métricas. Estos videos que se guarden, pueden publicarse nuevamente como video común para que las audiencias puedan seguir viéndolos.
En lugar de no hacer nada y perder estos videos por completo, es mejor guardarlos y utilizarlos inteligentemente para maximizar su valor.
Minuto empresarial es una columna del autor que se publica todos los jueves en la sección de Negocios del periodico El Nuevo Día