Hoy en día, entendemos la importancia de proteger nuestras cuentas en línea, como el correo electrónico, redes sociales y cuentas bancarias, mediante el uso de contraseñas seguras y complejas que no sean accesibles para otros.
Sin embargo, si tenemos un negocio en línea, como un sitio web informativo, un blog, un catálogo de productos o una tienda virtual, hay medidas adicionales que debemos considerar. Los ataques cibernéticos son cada vez más frecuentes, provenientes de diversas partes del mundo e incluso localmente. Por ello, es crucial proteger nuestras “propiedades virtuales”, ya que, en un instante, todo nuestro esfuerzo podría desaparecer. Para nosotros los empresarios de microempresas, invertir en ciberseguridad, es esencial para proteger los activos, la reputación y la continuidad del negocio. Aunque puede parecer una inversión significativa, los costos de no hacerlo pueden ser mayores.
La ciberseguridad va más allá de tener documentos protegidos con contraseñas; implica reconocer la importancia de proteger los datos personales de nuestros clientes, así como los accesos a cuentas bancarias y tarjetas de crédito. En varios sectores, es necesario cumplir con regulaciones y leyes de privacidad de datos. Invertir en ciberseguridad es esencial para cumplir con estas normativas, evitando sanciones legales y protegiendo al negocio de posibles demandas y multas.
Cuando ocurre un ataque cibernético, y créame que son más frecuentes de lo que imaginamos, las operaciones de nuestro negocio se detienen, se pierde la productividad y la capacidad de generar ingresos y prestar servicios. Contar con programas de ciberseguridad puede dar a los clientes la confianza de que sus datos personales y financieros están protegidos.
Te invito a leerme la próxima semana para hablar sobre cómo funcionan estos programas y cómo pueden ayudar a proteger tu negocio.
Minuto empresarial es una columna del autor que se publica todos los jueves en la sección de Negocios del periodico El Nuevo Día