Hemos escuchado mucho sobre la inteligencia artificial (IA), y cómo podría volver obsoletos algunos trabajos. En las universidades, algunos profesores han visto la IA como una amenaza a la propiedad intelectual a la hora de que sus estudiantes entreguen tareas. En los medios de comunicación, se habla de la sustitución de periodistas por escritos creados con programas que utilizan IA.
La IA no es algo nuevo y como toda tecnología que se vuelve disponible, hay dudas, sobre las capacidades de ésta y el cómo se perfila su uso, y miedos, por cómo ya se ha aplicado. Hace algunos meses, toqué el tema de la IA y uso por parte de estudiantes. Más allá de pensar en los peligros que representa la IA para los empleados de tal o cual empresa, debemos pensar en los beneficios que ésta nos presenta. Un periodista no debe pensar en que su empleo corre peligro, sino cómo la IA le servirá de herramienta para recopilar y clasificar información de una base de datos para una investigación. La IA no va a entrevistar a nadie, eso lo hará el periodista. Así mismo, el profesor no debe entrar en lucha con que si tal o cual trabajo se hizo con ayuda de ChatGPT, sino que educar sobre el buen uso de la herramienta para buscar información.
En muy poco tiempo, veremos como la IA formará parte de nuestro diario vivir, tal y como las herramientas digitales que todos usamos a diario, pasaron a ser. No nos sentemos a esperar que llegue alguien a decirnos que hacer, sino que aprendamos a cómo utilizarla a beneficios de nosotros y nuestros negocios.
Minuto empresarial es una columna del autor que se publica todos los jueves en la sección de Negocios del periodico El Nuevo Día