Si escuchamos por primera vez el término “computación espacial” o “spatial computing”, parecería una tecnología digna de la nave espacial Enterprise. Pero no, es un concepto muy real y actual que trabaja con tecnologías que ya tenemos.
La computación espacial es una tecnología que permite interactuar con el entorno físico usando realidad aumentada, realidad virtual y algo llamado realidad mixta (que integra elementos físicos y digitales en un solo entorno interactivo). Podemos definir este tipo de computación como una proyección de comandos y aplicaciones de un sistema operativo en nuestro entorno físico, un concepto que podría parecer similar a una proyección, pero que en realidad observamos a través de un dispositivo (como gafas).
Los elementos digitales se pueden mover, manipular e integrar de manera que parezca que ocupan un lugar físico en el espacio real. Los usuarios pueden interactuar con estos elementos mediante gestos, voz y movimiento corporal, sin la necesidad de un teclado o mouse.
Se podrán imaginar que los instrumentos para disfrutar de esta tecnología no son nada baratos. A diferencia de unos audífonos de lujo de $700, unas gafas como la Vision Pro de Apple rondarán los $3,499 en el modelo más barato (sin impuestos).
“Spatial computing”, sin duda, cambiará la manera en que trabajamos y nos conectamos con otras personas. No obstante, esto no será posible a menos que gafas como la Vision Pro y Meta Quest reduzcan sustancialmente sus precios, haciendo que sean accesibles para la mayoría.
Minuto empresarial es una columna del autor que se publica todos los jueves en la sección de Negocios del periodico El Nuevo Día
