Imagina que hoy, justo al abrir tu negocio, todo deja de funcionar: el sistema de cobro, el acceso a la nube, el control de inventario, el CRM, los correos, incluso WhatsApp. No es ciencia ficción, cada día dependemos más de servicios digitales cuya interrupción puede detener por completo la operación de una empresa.
En una isla ubicada en la ruta de los huracanes, se espera que los comercios estén preparados para los meses de actividad ciclónica. Pero no siempre es así. La fragilidad de la infraestructura provoca que lluvias intensas causen interrupciones en el servicio eléctrico, inundaciones y cortes de internet, con consecuencias directas sobre las operaciones de los negocios.
Para quienes operamos en el entorno digital, el riesgo no solo proviene del clima. También puede presentarse un “apagón digital”. Una caída de un proveedor de internet local, un ciberataque a una plataforma esencial o un error humano que elimine un archivo sin respaldo pueden tener efectos inmediatos como ventas detenidas, entregas interrumpidas, comunicaciones cortadas y pérdida de confianza.
Prepararse no requiere equipos nuevos ni procesos complejos. Solo requiere previsión. Aquí te comparto cinco acciones concretas que podemos hacer para comenzar:
Habla con tu equipo sobre el plan de continuidad: define roles y pasos a seguir ante una interrupción digital.
Haz una copia de seguridad externa de los datos esenciales. Si puedes, automatiza ese respaldo para que ocurra regularmente.
Identifica qué servicios dependen de un solo proveedor (internet, nube, facturación) y busca una segunda opción disponible.
Crea un protocolo básico de emergencia, aunque sea en formato impreso, que indique qué hacer si tus sistemas fallan.
Asegura que puedas seguir cobrando sin conexión, ya sea con un punto de venta offline, aplicación móvil sin red o métodos manuales.
Minuto empresarial es una columna del autor que se publica todos los jueves en la sección de Negocios del periodico El Nuevo Día