Somos parte de una sociedad cada vez más dependiente de la tecnología. Y en esta sociedad, que cada vez evoluciona más, es fundamental incluir a todas las personas, sin ninguna excepción.
La tecnología moderna ofrece soluciones sin precedentes para personas con discapacidades o necesidades especiales, permitiéndoles participar plenamente en la vida diaria. Desde dispositivos de asistencia hasta software adaptativo, la tecnología está transformando nuestra comprensión de la accesibilidad.
Por ejemplo, una de las tecnologías más conocidas son los lectores de pantalla, que ayudan a las personas con limitaciones visuales a navegar por la web y usar aplicaciones móviles, convirtiendo el texto en voz o en lenguaje Braille.
Aunque a veces no consideramos a los asistentes virtuales como Siri, Alexa y Cortana, entre otros, como herramientas de inclusión, en realidad lo son. Estos asistentes permiten realizar tareas diarias sin necesidad de usar las manos. De manera similar, las aplicaciones de reconocimiento de voz no solo ayudan a redactar mensajes de texto, sino que también permiten dar comandos para controlar funciones en una computadora, teléfono inteligente o tableta.
Existen también dispositivos de comunicación portátiles que permiten a las personas comunicarse mediante texto a voz o pantallas táctiles, junto con herramientas que generan subtítulos en tiempo real durante videollamadas, conferencias o vídeos. Estas tecnologías son esenciales para mejorar la accesibilidad de personas con discapacidades auditivas y del habla.
La innovación debe ser inclusiva, sin excepciones.
Minuto empresarial es una columna del autor que se publica todos los jueves en la sección de Negocios del periodico El Nuevo Día