¿Vale la pena contar con más de un sistema operativo (OS) en nuestra computadora?
Depende de la complejidad del trabajo que realizamos y, principalmente, de las herramientas que necesitamos para completar el mismo.
Si eres un usuario que necesita las herramientas cotidianas o específicas para trabajos como escribir, editar contenidos multimedia o navegar por internet, puedes conformarte con uno. No obstante, algunas aplicaciones o programas solo funcionan en un sistema, y podrías necesitar de ambos, como en el caso de desarrolladores que prueban su software en diferentes entornos.
Existen programas como Parallels, que permiten instalar Windows en una parte del disco duro de una Mac y correr ambos sistemas al mismo tiempo. También hay opciones que no requieren instalación, como los sistemas operativos en línea.
A diferencia del software que se instala directamente en una computadora (Windows, macOS o Linux), donde se controla el hardware y se ejecutan programas localmente, un sistema operativo en línea es una plataforma que da acceso a herramientas, almacenamiento y recursos directamente desde la nube.
Estos sistemas operativos no se instalan, pero sí requieren conexión a internet. Desde ahí se pueden abrir documentos, guardar archivos y utilizar herramientas como procesadores de texto o navegadores. Un ejemplo es Chrome OS, el sistema que utilizan las computadoras Chromebook; ahí todo funciona en línea.
Una ventaja de estos entornos es la posibilidad de acceder desde cualquier lugar y no depender de un solo aparato. Basta con tener conexión y las credenciales de acceso.
Minuto empresarial es una columna del autor que se publica todos los jueves en la sección de Negocios del periodico El Nuevo Día